Mas que un sueño me parece mas bien una predicción de lo que podría ser Venezuela en un futuro. Todo comenzó despertando en mi cama, era temprano y los rayos de sol se filtraban entre aberturas redondas que habían en la pared, me desperté por un creciente ruido de motores de motos que iban a toda velocidad por la estrecha calle y una voz por megáfono que reclamaba a todos que se despertaran, — «Salgan todos de sus casas», decía, en eso salimos con miedo todos, cada persona estaba fuera de sus casas y habían una especie de pandilla repartiendo panfletos, — «Voten por este candidato» dijeron ellos, nos apuntaron con sus armas, fusiles de asalto, continuo el hombre del megáfono diciendo, — «sino, ya saben que les espera», nos amenazaron para que votáramos por un determinado candidato. Seguido de eso disparos al cielo y nos obligaron a entrar de nuevos a nuestras casas. Es como si el gobierno no tuviera tanto poder y los colectivos estuvieran ahora al mando, ellos eran la ley, a quienes había que rendirles cuenta.
Estaba con mi familia encerrados en casa mientras afuera escuchábamos disparos constantes, llegada la noche nos obligaron a asistir a un desfile. Para eso las pandillas hicieron que todas las casas estuvieran abiertas para verificar que todos habían ido. Mientras caminábamos una chica empujo a mi madre de manera intencionada, ciertamente me dio una sensación de molestia e impotencia, también encontré su presencia extraña, intimidatoria, como sino debiera meterme con ella de que esa chica posiblemente era pareja de alguno de esos delincuentes, que mas problemas podría traernos el enfrentarla, casi al borde del enojo quise insultarla y cagarme en su familia, seguro que abra notado mi mirada de rabia en ese momento, porque dijo — «Dime algo, para que veas que te pasa», entonces vi una puerta abierta por la que entre, me llevaba por una escaleras a los tejados de las casas y caminando sobre los techos entre las sombras sin que me detectaran los de la pandilla regrese a mi casa, baje por un hueco hacia el patio, eche una mirada hacia adentro de la casa, note que en el frente estaban dos sujetos, por un momento me asuste porque pensaba que eran esos pandilleros, no, resultaba ser que eran mi hermano menor y su mejor amigo, ambos vestidos de militares, les dije «Me asustaron que hacen aquí», a los que ellos me respondieron, — «nos estamos preparando para salir», estaban aun sin abrocharse la chaqueta que usan los militares, también iban desarmados a lo mejor los colectivos les impedían cargar sus armas, yo les dije que tengan cuidado, les advertí ademas de que los colectivos andan loco hoy. Al momento llego mi familia, madre, padre, unas tías y una prima, con ellas llegaron unas personas de esos colectivos estaban armados e hicieron entrar una persona, le estaban apuntando con sus armas, esta persona les suplicaba, — «Por favor no me maten» suplico, — «no lo vuelvo a hacer», todos nos asustamos, mi padre intento persuadir a las personas, — «Cálmense», es lo único que logro decir porque nos dijeron que entramos a la casa, mi madre y mis tias entraron y se refugiaron en el patio, yo me refugie en uno de las habitaciones, mi padre se quedo a ver en al sala, le dije a mi padre que no se quedara ahí, pero no me hizo caso, luego pensé que lo mejor era acompañar a mis familiares que están atrás en el patio, fui con ellas. Segundos después, Disparos.
Mi padre se apareció dijo que ya se habían ido, que mataron al sujeto y lo dejaron ahí tirado.
Desperté, el ambiente que se sentía en el sueño era tensión, una constante tensión, de no sentirte seguro jamas, de estar siempre amenazado, los disparo, los ruidos de motores de motos, la opresión también eran constantes.
